viernes, 29 de mayo de 2015

El Mathematic Club de Bilbao (parábola contemporánea)

columna Josetxu, Mathematic Club de Bilbao, Atheltic Club de Bilbao,

ERA un pueblo que pocas veces se movilizaba al unísono, pero esta era una de ellas. Su equipo se enfrentaba en combate desigual contra la élite de la competición, pesos pesados de la estrategia. Con una forma física envidiable y una disciplina mental de acero inoxidable, los locales no tenían muchas posibilidades: a David le sonó la honda por casualidad. 
No obstante, el Mathematic Club de Bilbao tenía detrás el apoyo incondicional de toda la comunidad de cara a la final de la Copa Romboide elevada al Cubo. Miles de personas lucían con orgullo su camiseta con los números primos en el dorsal. Por toda la ciudad colgaban banderolas con el escudo del club, en cuyo centro resaltaba el número Pi con letras rojas sobre blanco. Las peñas habían elaborado una enorme bandera con los 6.000 primeros decimales: 3,1415926535… Hasta los autobuses alternaban el destino con originales fórmulas llenas de integrales y derivadas. 
Políticos, empresarios y mediopensionistas se declaraban forofos de un equipo de cantera que había renunciado a importar cerebros mercenarios. Fruto de esta política, agrupaciones de diferentes disciplinas técnicas y humanísticas crecían como setas y seguían sus pasos: el Osasumas, la Real Sociedad Filosófica Recreativa, la División Química Alavesista… El mundo miraba con asombro y les auguraba altísimas cotas de desarrollo personal y social. Quizás, algún día, podrían llegar a tener un equipo de fútbol en Primera División. Yo no creo que lo vea, igual mis nietos.

@caducahoy

lunes, 25 de mayo de 2015

Subir, subir, subir. Rápido, rápido, rápido


El suizo Ueli Steck no se conforma con llegar a la cima. Para quedar satisfecho tiene que hacerlo a velocidad de vértigo. En este vídeo se le ve ascender en solitario la cara norte del Eiger, en los Alpes. Tardó 2 horas y 47 minutos cuando otros alpinistas emplean en la tarea tres o cuatro días. Fue el 13 de febrero de 2008. Siempre es un placer volver a verlo trepar como una araña. Un buen ejemplo de superación en un escenario en el que el hombre es apenas un pequeño punto en el paisaje.



viernes, 22 de mayo de 2015

¿Para cuándo un "rastreator" de la política?

columna Josetxu, rastreator, política elecciones,

PARA no defraudar a los electores, lo más fácil no es cumplir las promesas, sino carecer de programa. Es la tendencia de este año, el tremending topic de unas elecciones municipales que deberían concretar las actuaciones más cercanas al votante y se quedan en declaraciones grandilocuentes como “vamos a ser buenos” y cosas así. Comprometerse está demodé. Porque el ciudadano, que tiene memoria de pez, pocas veces sabe lo que le conviene, tan atareado como está en sobrevivir y encontrar algo para meter al microondas que no sean los calcetines mojados. 
Que levante el dedo quien vaya a votar con conocimiento de causa. Si no leemos las instrucciones del mando a distancia de la tele, cómo vamos a perder tiempo estudiando las promesas de alguien. En realidad, votamos por impulso y repetimos el voto por aburrimiento, por no cambiar. Lo de busque, compare, reflexione y decida es un trabajo durísimo, por el que no se cobra, y que pocos están dispuestos a realizar. 
¿Para cuándo un rastreator de la política? Si hay webs que comparan eficazmente decenas de seguros, viajes o compañías telefónicas para que elijas la que más te conviene, ¿por qué no una de partidos? Hasta entonces, saldrán ganando personajes paradigmáticos como Esperanza Aguirre, cuyo programa tiene menos puntos que su carné de conducir. Hay quien ha intentado bajárselo por Internet y el archivo estaba corrupto. Con eso les digo todo. 
Josetxu Rodríguez
 @caducahoy

miércoles, 20 de mayo de 2015

¿Quién es esa Valeria que persigue a Pedro Sánchez de mitin en mitin?

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha dejado de hablar de Juana en sus mítines, una chica con trabajo en precario y cuya madre se le acercaba antes de los mítines para quejarse de lo mal que está el mercado laboral. Ahora, el secretario general de los socialistas habla de otra mujer: Valeria. ¿Quién es la nueva protagonista de los mítines de Sánchez? ¿A qué se dedica Valeria? ¿Conoce a Juana? Todos los detalles sobre la 'historia de Pedro y Valeria' en este vídeo de 'El Objetivo'.


lunes, 18 de mayo de 2015

Doce verdades como puños, doce

verdades como puños, #humor,

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1-Los niños, los borrachos y los leggins siempre dicen la verdad. 
2-No existe película de terror que supere la sensación de tocarse el bolsillo y no sentir el móvil.
3-De los productores de "Ya lo fregaré mañana" y los guionistas de "Cinco minutos y me levanto" llega: "Mañana salgo a correr".
4-Me voy a la calle con el 78% de batería y sin el cargador. Que sea lo que Dios quiera.
5-Se meten droga que ha viajado 12.000 km metida en un culo de alguien, pero no se comen un yogur que lleva un día caducado.
6-En Inglés "Blue", en Francés "Bleu", en Alemán "Blau", en Italiano "Blu" y en Español "Azul". Con dos cojones!
7-Lo llamaron "café de máquina" porque "dame veneno que quiero morir" ya estaba pillado por Los Chunguitos.
8-Gente que ya no saluda por la calle porque les han afectado los recortes en educación.
9-De esos domingos vagos en los que lo único que te diferencia de una planta es que ella hace la fotosíntesis.
10-Hombres del mundo: las flores mueren en dos días, los chocolates engordan y los peluches son aburridos. No seáis idiotas, regalad zapatos.
11-Cómo le explico yo a mi hija que el modelo a seguir no es la choni que se forra en la tele sino el licenciado que atiende en McDonald's.
12-"Te tiene que gustar a ti" y otras formas de decirle a tu amiga que su novio es un orco de Mordor.

viernes, 15 de mayo de 2015

Un máster acelerado en colchones

columna Josetxu, máster, colchones, #humor

POCAS cosas hay tan estresantes como comprarse un colchón antiestrés. Desde que el hombre dormía sobre una piedra cubierta con una piel de venado hasta nuestros días, la oferta se ha diversificado de tal manera que hay que hacerse un máster con el doctor Estivill para dar con el que más se ajusta a tus necesidades. Y procure no equivocarse, porque pasamos una tercera parte de nuestra vida, 28 años, sobre uno de ellos. 
Con esta responsabilidad, uno se acerca a la tienda un poco acojonadillo. Como si entrara en el laboratorio del descanso eterno de la universidad de Harry Potter, por citar un ejemplo. Allí te recibe una catedrática del catre con doctorado en horizontalidad sobre superficies mullidas. Te hace un test tan personal que dudas si te está proponiendo algo más que la compra de un colchón: ¿Cómo duermes? ¿Cuánto pesas? ¿Te mueves mucho? Y por la noche, ¿qué harás? 
-Pues dormir y lo otro, ¿qué más se puede hacer sobre un colchón? 
Acto seguido, te caerá una conferencia sobre futones, muelles, espumas de poliuretano, viscoelásticos y látex que te hará sentir como el muñeco de Michelín intentando comprarse un esmoquin. No quiero aburrirles demasiado, simplemente les diré que tuve que llevar un vídeo de 8 horas para demostrar cómo dormía y que no sirvió de nada porque lo grabé a oscuras. Al final, me quedé con el que tenía la dependienta en casa. Me costó convencerla. Ahora necesito una almohada, pero no me atrevo a volver.
Josetxu Rodríguez
@caducahoy

viernes, 8 de mayo de 2015

Caramelos, cagarrutas y elecciones


IMAGINABA que acabaríamos así. ¿Cómo? Pues comiendo Jelly Belly Beans, esos caramelos con sabor a vómito, moco o lombriz. Y no lo digo por la clase política, que lleva toda la vida desayunando sapos y no me da ninguna pena. Sobre todo, los que lloriqueaban porque no les llegaba el sueldo de diputado mientras reventaban las cajas de seguridad en Suiza con billetes de 500 euros. No hay problema en comerse un sapo o la charca entera, si luego puedes quitarte la halitosis arrasando la despensa de un cinco estrellas Michelin. 

caramelos, Jelly Belly Beans,

Para nosotros quedan los Jelly Belly, que son una alegoría de cualquier hemiciclo al uso. Las semejanzas son inquietantes y muy instructivas: salen caros de cojones, 6,50 euros cada caja, y por cada caramelo de plátano, arándano o fresa, tienes que cargar con un puñado con sabor a cera de oídos, huevo putrefacto o pañal meado. Son cosas de la modernidad y de la política. Hoy que comienza la campaña electoral es buen momento para decidir qué estamos dispuestos a tragar. 
Me contaron una anécdota de un bautizo de posguerra. El padrino, no muy pudiente, compartió la bolsa de caramelos con los niños que esperaban fuera de la iglesia y decidió rellenarla con cagarrutas de oveja. Los chavales veían caer un montón de golosinas al suelo, pero al ir a buscarlas los más avispados solo recogían los caramelos. El resto, se zampaba los excrementos como si fueran regalices. No sé por qué me ha venido esto a la cabeza, la verdad.

Josetxu Rodríguez

@caducahoy

Tirar antes de leer 27 : Jesús te ama de 2 a 6



Es lo que tienen los contratos temporales, que no hay disponibilidad completa



jueves, 7 de mayo de 2015

Tirar antes de leer 26 : El servicio técnico del adsl


Para que luego digan que los servicios técnicos no son eficientes...

Porque son unas reveldes de cuidado


La verdad, ¡cuánta gente insensible hay por el mundo!

viernes, 1 de mayo de 2015

Elogio de la madre de Baltimore, una madre como las de antes



"NI manifa, ni manifo. Tira pa casa que te arreo”. “Pero, ama, que tengo que lanzar piedras y hormigones a la pasma”. “Ni piedras, ni piedros. Ya estás tardando, que te meto un viaje que te arreglo yo la tontería”. 

Ver a la madre de Baltimore sacar a su hijo de la manifestación a coscorrones me ha traído a la memoria la vieja estirpe de las madres de antes, de las que ya no quedan. Con media docena sobraba el Ejército y la Guardia Nacional. Y eso que la madre de Baltimore no estaba armada, porque con una zapatilla sería temible. ¡Qué forma de desenfundar! Más rápidas que Clint Eastwood en Harry el sucio. ¡Qué pericia en el lanzamiento! Con una parábola que para sí quisiera Messi. Lo mejor era su enorme precisión. Podían darte en la nuca y dejarte sin conocimiento o quitarte una avispa de la coronilla sin tocarte un pelo. Luego venía la frase: “¡Tráeme aquí la zapatilla!”. “No”. “¡Que me la traigas!”. “¡Que no!”. “¿Quieres que vaya yo a buscarla?”. Y ahí te rendías, se la entregabas en mano y salías zingando. Aún así recibías el último zapatazo en el trasero y para cuando te volvías ya se la había puesto y estaba friendo empanadillas. Solo con cámaras de alta precisión, esas que graban balas atravesando bombillas, podrías apreciar su velocidad. Dios mío, qué mujeres. No es Hércules quien sostiene el mundo. Son ellas con una mano, porque en la otra tienen a un bebé enganchado a la teta y, a veces, un marido tirándoles de la falda. Hoy son distintas, pero siguen siendo imprescindibles.
@caducahoy