viernes, 31 de enero de 2014

Un libro es muy útil en casa, incluso si no tienes chimenea





AHORA que solo leemos en pantallas electrónicas, quiero recordar a los presentes que un libro es uno de los objetos más útiles que pueden tenerse en casa, incluso si esta carece de chimenea. Recuerdo que con Inferno, de Dan Brown, pude encajar una balda de la cocina que llevaba semanas atascada, y con la trilogía de Los juegos del hambre conseguí que las patas de la mesa quedaran tan bien asentadas que podía comerse sopa en ella. Por su parte, la cocina de Arguiñano se convirtió en un salvamanteles muy original y la colección de folletines de Federico Moccia en posavasos a juego. El clásico Todos los fuegos, el fuego, de Cortázar, no tiene rival en la barbacoa porque deja una brasa consistente y duradera, y he observado que las obras de Lovercraft alejan de casa a las hormigas y a los intrusos. Las Hojas de hierba, de Whitman, un tocho donde los haya, es un perfecto yunque para el bricolaje casero; y Tolkien, especialmente El Silmarillion, muy útil para amasar empanadillas o desecar flores en sus páginas. Con las cubiertas de Memorias de un amante sarnoso, de Groucho, confeccioné unas dobles suelas para unas zapatillas, aunque tenían el inconveniente de que hacían cosquillas, y gracias a una selección de los latinoamericanos tristes corté el paso a un sagutxu que se colaba en mi habitación por debajo de un rodapié. Ahora que los libros de papel están en peligro de extinción, al igual que sus autores, les aconsejo comprarse algunos, aunque solo sea para leerlos. 
Josetxu Rodríguez 


 

miércoles, 29 de enero de 2014

La peor contraseña que puedes poner: zanahoria




- CREE SU CONTRASEÑA
- zanahoria


- LO SENTIMOS, SU CONTRASEÑA DEBE CONTENER MÁS DE DIEZ CARACTERES


- zanahoriagrandísima

- LO SENTIMOS, SU CONTRASEÑA DEBE CONTENER AL MENOS UNA CIFRA

- 1zanahoriagrandísima

- LO SENTIMOS, SU CONTRASEÑA NO PUEDE CONTENER ACENTOS

- 50putaszanahoriasgrandes

- LOS SENTIMOS, SU CONTRASEÑA DEBE CONTENER AL MENOS UNA MAYÚSCULA

- 50PUTASzanahoriasgrandes

- LO SENTIMOS, SU CONTRASEÑA NO PUEDE CONTENER MÁS DE DOS MAYÚSCULAS CONSECUTIVAS

-¡50PutasZanahoriasGrandesQueTeVoyaMeterPorElCuloSiNoMeDasInmediatamenteUnAcceso!

- LO SENTIMOS, SU CONTRASEÑA NO PUEDE CONTENER EXCLAMACIONES

-AhoraSiQueVoyaIrDirectamenteaBuscarteyTeVoyaMeterLas50ZanahoriasGigantesPorElCulo

- LO SENTIMOS, ESA CONTRASEÑA YA ESTÁ SIENDO UTILIZADA

viernes, 24 de enero de 2014

Photoshop y novios, una mezcla explosiva










Si no eres especialista, ni lo intentes. Puedes romperte las piernas cuando choquen con el bate de beisbol del novio...

viernes, 17 de enero de 2014

Un suceso políticamente correcto




HACE unos días, un segregado social afectado por una situación económica sumamente desventajosa y hambriento tanto física como ideológicamente (es decir, un chorizo) se introdujo en el local de un técnico en alimentación humana (léase tendero). Sin dar opción al diplomado frutero-charcutero a discutir el concepto de propiedad privada y basándose en un código moral propio que le permitía delegar su capacidad de reflexión en el arma blanca que llevaba consigo (vamos, un navajero), le exigió todo el capital atesorado durante su jornada laboral. 
El técnico frutero, pese a detectarle como intelectualmente constreñido, sopesó su superioridad dimensional (más grande que un castillo, pero con el cerebro de mosquito) y le entregó su capital líquido. El sujeto, necesitado de higiene personal y olfativamente sobrecargado (apestaba), emprendió la huida haciendo perder el equilibrio a una persona visualmente disminuida (un ciego) y a un hombrecillo verticalmente limitado (un enano) que vendía el cupón. 
Dos mujeres (dos marujas), que salían de una boutique donde se habían probado atavíos tendentes a esclavizar sus imágenes corporales naturales para emular modelos irreales de belleza (leggins y wonderbras), vieron el hecho y la más desarrollada cronológicamente (la más vieja) cortó la carrera del individuo de un paraguazo dejándole temporalmente inactivo. Un agente democráticamente armado (un madero) se llevó al causante de esta breve disfunción social.
Josetxu Rodríguez

miércoles, 15 de enero de 2014

Esto solo puede ocurrir en Bollywood o en Bilbao

Me gustaría fumar lo que fuman los guionistas, la verdad














lunes, 13 de enero de 2014

No derramaré ni una lágrima por Ariel Sharon

Fue un halcón sanguinario que ha muerto sin ser juzgado.  “Dios castigará a Sharon”, claman los superviviente de Sabra y Chatila:

 Este fotomontaje lo publicamos cuando Sharon se dedicaba a cazar líderes palestinos. Es lo malo de tener memoria, no podemos olvidar a los genocidas.
 
Los tres días de matanza perpetrada en 1982 por milicianos falangistas cristianos como venganza por el asesinato del entonces presidente libanés, Bachir Gemayel, contra los palestinos de los campos de Sabra y Chatila constituyen uno de los episodios más negros de la guerra civil libanesa (1975-1990). Calificada como “acto de genocidio” por la Asamblea General de la ONU, la muerte de entre 425 y 1.500 personas (según datos israelíes y del Comité Internacional de la Cruz Roja, respectivamente, pese a que la cifra puede alcanzar los 3.000, según otras investigaciones) perdura como la principal mancha en el expediente del fallecido ex primer ministro israelí Ariel Sharon, a quien una comisión israelí señaló como “responsable indirecto” de la masacre.

Este es el relato de la matanza:

"Recuerdos de Sabra y Chatila, la mayor matanza de civiles palestinos"
Por: Ignacio Cembrero | 17 de septiembre de 2012 

Hace 30 años que las milicias cristianas masacraron a cientos de refugiados en los campamentos del sur de Beirut ante la pasividad del Ejército israelí que los cercaba.
"No sé muy bien por qué, pero entramos en Chatila por su lado más terrible. De sopetón el olor del aire cambió. El hedor era insoportable. Ahí, a mi derecha, yacían los cuerpos amontonados de decenas de mujeres y niños, muchos de ellos bebés, tirados en el suelo. Les habían matado disparándoles o acribillados a navajazos. Antes de morir las madres habían intentado salvar a sus hijos. De ahí que algunos bebés estuviesen sepultados bajo el cuerpo de su progenitora o incrustados entre sus pechos como para que no pudiesen ver el horror..."

viernes, 10 de enero de 2014

Orden y organización, la virtud de los mediocres



SUELEN decir que el orden es la virtud de los mediocres y, como cada año por estas fechas, me dispongo a ser lo más mediocre posible. Aunque no soy de los que colocan las verduras alfabéticamente en el frigorífico: acelgas, berenjenas, calabacines, champiñones, y así hasta las zanahorias, me gusta mantener organizado el caos que me circunda. 
Para este año he elaborado un detallado plan y me he puesto como meta tener la casa estructurada de tal forma que: A) Pueda encontrar un objeto grande en un intervalo no superior a los siete minutos: por ejemplo, una maleta, la aspiradora, la cama. B) Consiga localizar un objeto pequeño en no más de siete horas: el cepillo de dientes, una linterna, el sacacorchos. C) Descubra lo que necesito urgentemente como máximo en siete días: la pomada antiquemaduras, las tarjetas del banco, el papel higiénico. 
Para ello, he dividido la vivienda en diferentes áreas de actividad: zona de alimentación, de audiovisuales, de descanso, de intimidad, etc. El siguiente paso será evitar que los objetos propios de cada una de ellas invadan la colindante. Así, por más que los ajos necesiten un sitio oscuro y con poca humedad, y que el cajón de los calcetines reúna esas condiciones, no volveré a guardarlos juntos. 
Espero tener más suerte que el año pasado, cuando preparé un organigrama similar y lo perdí a los pocos minutos de haberlo terminado. Estaba en el retrete y todavía me pregunto qué coño hice con él.
Josetxu Rodríguez

sábado, 4 de enero de 2014

Vuelven los gorrones


UN gorrón clásico era como un kamikaze: oteaba el horizonte y fijaba su objetivo con precisión de láser, hacía un par de vuelos rasantes para reconocer el terreno y, cuando detectaba tu flanco más sensible, se lanzaba en picado y te soplaba 40 euros con dios sabe qué cuento chino. Normalmente, no volvías a verle y perdías el dinero, aunque 40 euros es un precio razonable por quitarse a un pelmazo de encima. 
Con el tiempo, los gorrones han evolucionado y perfeccionado su estilo, sobre todo con las tarjetas y el dinero de plástico. Ahora es más difícil conseguir una cantidad razonable en billetes, por lo que se han especializado en otro tipo de sablazos: -"¿Te importa pagar la comida?". -"¿Qué pasa, no tienes tarjeta?". -"La tengo en el taller para que le cambien el aceite". Los gorrones tarjeteros, como podríamos denominarlos, no le hacen ascos a nada y se quedan impertérritos ante la canceladora del metro esperando a que pagues la ronda: -"¿Y tu billete?". -"Lo tengo en la cartera, pero por no sacarla...". 
Me referiré, por último, al gorrón fumador. Poblaban las anchas praderas de oficinas funcionariales, periódicos, despachos, bares y fábricas. Eran alegres y pizpiretos y te daban conversación mientas te saqueaban los cigarros. Algunos ofrecían pitillos a los presentes, por supuesto, de tu paquete. El precio del tabaco les ha puesto al borde de la extinción. Concretamente, el último que vi tenía mal color e intentaba pedir socorro mientras un fumador empedernido le apretaba el cuello con las dos manos.
Josetxu Rodríguez