domingo, 29 de octubre de 2017

¡Vaya par de tahúres!

LOS jugadores compulsivos se arrancaron ayer mechones de pelo mientras escuchaban a Puigdemont decir lo que dijo, porque no estaban seguros de que lo que dijo significara lo que quería decir. La casa de apuestas optó por tirar abajo los servidores ya que no sabía a quién dar el premio, si a los que habían apoyado la convocatoria de elecciones o lo contrario. Llegué a pensar por un momento que el Govern de la Generalitat estaba invirtiendo los ahorros de sus consejeros y amañando los resultados para hacer caja y poder pagar la fianza de Mas y los Jordis. Vista su errática política, ahora estoy convencido de ello. Cuando hablamos de las decisiones que se están tomando en Catalunya es difícil acertar, por no decir imposible. Solo aquel bilbaino ilustre que viajaba hasta el hipódromo de Donostia y, como no le gustaba perder, apostaba a todos lo caballos podría salir airoso de un reto semejante. Por lo demás, todo buen ludópata sabe que, en ocasiones, la única forma de ganar es no jugar. Y eso ocurre tanto en el tres en raya como en la guerra termonuclear. Me duele decirlo, pero creo que si Rajoy y Puigdemont hubieran tenido que hacer frente a la crisis de los misiles de Cuba, en estos momentos todos estaríamos en taparrabos cazando ratas fosforescentes en alguna caverna de por ahí. Ambos deberían saber ya que solo Fabra era capaz de ganar en los juegos de azar y era gracias a que no participaba en ellos. Vaya par de tahúres, madre mía.
Josetxu Rodríguez
@caducahoy

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu participación...