Es lo malo de poseer memoria histórica, que todo te resulta familiar. Esta ha empezado como todas, con un derramamiento brutal de sangre inocente y terminará de igual manera. Que los muertos sean sirios, rusos o franceses da igual. En las guerras de hoy siempre mueren más civiles que soldados. Somos más baratos. De hecho, a la hora de iniciar una contienda, es preferible que las víctimas estén indefensas y sin uniforme militar. Ya sea en la oficina de una torre gemela o en una discoteca parisina. Estas masacres causan mucho impacto y predisponen al ciudadano para al discurso belicista posterior.
No obstante, conviene saber que las cruzadas se deciden en la intimidad y con suficiente antelación para no dejar nada al libre albedrío. Así, cuando se produzca la agresión, se podrá hacer pública con toda solemnidad dando la sensación de seguridad, orden y previsión. Conviene adornar estos inicios con muchas banderas, fervor patriótico y discursos grandilocuentes. “O con nosotros o contra nosotros. Nos atacan porque somos libres”. Esta suele ser la idea. Lo que viene acto seguido es que para seguir siendo libres, tienen que restringir las libertades civiles y decretar el estado de excepción.
Hollande ha declarado la guerra, no se sabe muy bien a quién. Espero que no sea a los franceses, porque a los del ISIS ya les llevaba meses bombardeando. Al menos, no se ha equivocado de país como Bush. Cuando se declara una guerra de intereses es fácil confundirse.
Josetxu Rodríguez
@caducahoy
Claro claro, lo mejor es sentarse delante del PC y cantar hare Krisna... decrépita y cobarde Europa como bien nos definiera Perez Reverte.
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