TE los imaginas allí, en la penumbra de la habitación, con el rostro iluminado por el fósforo de la pantalla y tecleando torpemente con dos dedos. Tienen un problema y no saben qué hacer. Les han dicho que Google lo sabe todo. No se lo piensan dos veces. Dan al intro y su pregunta queda inmortalizada en los servidores del Gran Hermano: ¿Con cuántos centímetro de pene se embaraza una mujer?
Hay cientos, miles, quizá millones como esta. Cuestiones que volverían majara a un sexólogo y que no se atreven a compartir con nadie de su entorno. Google les escucha tras la celosía del confesionario virtual y devuelve respuestas atinadas a problemas inverosímiles. Ni Elena Francis, con su legión de psicólogos detrás, era tan efectiva. ¿Puedo guardar el semen en la boca y después usarlo para quedarme embarazada? ¿Cómo llaman al que le gusta tener relaciones sexuales con árboles? ¿Puedo hacerme una circuncisión casera? ¿Durante cuánto tiempo duele el culo tras una relación gay?
No todos saben lo que quieren, algunos simplemente exponen una situación esperando una palabra de aliento, un consejo práctico o un caso similar que no les haga sentirse tan solos: "Mi novio se va a hacer pipí cada vez que le digo de hacer el amor... ¿Cómo puedo saber si mi novia está en Villahermosa? Akeda ala mujer le sale pelo en la bagina...". Si no fuera por Google, nos quedaríamos con las ganas de saberlo.
Josetxu Rodríguez
Hasta que nos has mencionado a Elena Francis no he caido en la cuenta de que este personaje era una invención, una imagen de marca de productos cosméticos y demás utillaje para la seducción (devota cristiana, eso si).
ResponderEliminarLa tal Sra. Francis no existía, y en su programa de radio tenían contratada a una actriz/ locutora que leía las supuestas cartas que le enviaban atribuladas damiselas del tardofranquismo sobre cómo combinar el lápiz de labios con mis nuevos pantalones rojos, qué hacer ahora que ha pasado lo que tenía que pasar y él no se quiere casar conmigo, o cómo llegar virgen al dia mas importante de mi vida cuando me voy de viaje de estudios a Mallorca y, por cierto, ¿qué productos no deben faltar en mi maleta?...y siempre firmaban con seudónimos que daban risa (Una que lo es, Una Sagitario Angustiada, etc).
Se inventaban todo, hasta el sexo de Doña Elena, que era masculino (el gerente de la empresa catalana, por mas señas).
Entre las preguntas jocosas o sinceras de los internautas que se dirigen al Profesor Google y las cursilerias falsas y retrógradas de la Señorita Francis, me quedo con las primeras sin dudarlo, aunque tengamos que nadar entre expresiones que dañan la sensibilidad por el semianalfabetismo que exhiben.
Y además nos provocan carcajadas, que de momento no tienen gravámen alguno.
Y gracias a ti tb por los ratos tan buenos que nos haces pasar.
Los hombres no tenían un Eladio Francis... ¡Quñe pena, nos habría deparado momentos magníficos!
ResponderEliminarVaya timo de foto, jajajaj
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