Duque de Alba en su jardín
AHORA que sabemos que los reyes son
capaces de comer lentejas sin retorcerse como endemoniados, no nos
sorprende en absoluto que el duque de Alba tenga un plan para acabar con
el problema más importante que afecta a los plebeyos de este país. Se
lo ha explicado, entre rebujito y rebujito, a la concurrencia
aristocrática que se muere de envidia porque no se les ha ocurrido a
ellos antes. En síntesis, la idea es acabar con el paro en este país
poniendo a la gente en movimiento. Y como es un hombre de letras del
tesoro ha decidido contratar a varios estudiantes del grado de
Ingeniería Agrícola para llevar a cabo labores de paisajismo en el
jardín del Palacio de las Dueñas, ya que, desde que murió Cayetana de
Alba, no le habían pasado ni la escoba. Para ello, ha creado una beca
que no incluye ni dotación económica ni dietas de alojamiento ni
desplazamiento ni memeces por el estilo, y por la que se podrá trabajar
durante dos meses podando, segando, plantando y regando con el sudor de
la frente los jazmines a las órdenes de un paisajista. Si el becario es
del gusto de los señores, podrían ampliar la beca a seis meses. Y puede
que si la relación fructifica, como cabe esperar, igual el año que viene
se plantea crear más becas de reposteros, choferesas, mayordomos y
cosas así. A poco que cunda el ejemplo entre la nobleza, en un par de
años, Puigdemont podría quedarse solo en la cumbre de nuestras
preocupaciones. Qué exitazo.
Josetxu Rodríguez
@caducahoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu participación...