jueves, 7 de julio de 2016

El trío de los horrores

Tendría que juzgarlos el Tribunal de la Haya por crímenes contra la humanidad y  por iniciar una guerra a su conveniencia, pero se irán de rositas. Su legado: centenares de miles de muertos, atentados por doquier y un mundo más inseguro. Este es su currículum:

domingo, 3 de julio de 2016

Un delegado sindical pasa quince años sin ir a trabajar



En la historia de las grandes hazañas de los delegados sindicales tendrán un capítulo propio los dos miembros de la CGT en el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera que llevan quince años sin ir a trabajar. Los responsables municipales, después de una exhaustiva investigación que descartó que una gripe pudiera durar tanto, concluyeron también que 180 meses es demasiado tiempo incluso para haberse quedado dormidos. Los sujetos en cuestión, lejos de excusarse diciendo que habían cogido unos días de asuntos propios, que podrían haberlo hecho, decidieron ser sinceros y explicaron que tenían “un acuerdo tácito con gobiernos anteriores” para trabajar en casa, pero que no recordaban con quién, ya que los alcaldes cambian muy rápido. Creen que cada cuatro años o así. Uno podría preguntar a qué se dedica su jefe, responsable de controlar al personal tácito, explícito y en comisión de servicios, pero igual ha estado virtualmente tan desaparecido como los susodichos o vive en Alemania o carecía de medios para ir a buscarlos. Espero, no obstante, que no le haya pasado lo que al mítico funcionario laborioso que, metido en su despacho, no levantaba la cabeza de la pantalla. Entraba el primero y salía el último. No tomaba café ni perdía el tiempo charlando. Un día fueron a cambiarle el ordenador y descubrieron que llevaba muerto varios lustros. A su mujer le hicieron devolver tres trienios. Puede que no sea cierto, pero tácitamente creo que sí.
@caducahoy

viernes, 1 de julio de 2016

Condenados a planchar eternamente


ME dicen que un joven ha inventado un artilugio que evita el planchado y no me creo nada. Como todos ustedes sabrán, incluso si hicieron pira a la catequesis, Dios expulsó a Adán y Eva del Paraíso por ciertos problemas con la dieta vegana que ella seguía y les condenó a ganarse el pan con el sudor de su frente. Pues bien, lo primero que se encontraron nada más traspasar la puerta del Edén fue una plancha. ¡Ay, la plancha! Qué trabajo tan atroz. Recuerdo que la última vez que la usé fue para darle un repaso a los pantalones acampanados. Háganse una idea. Desde entonces he buscado todo tipo de alternativas para eludir esta tarea. Empecé colocando las camisas bajo el colchón, pero era tan fino que me molestaban los botones. Lo intenté después con el vapor de la ducha y funcionaba más o menos bien, pero en invierno era molesto llevarla mojada casi todo el día. La cosa mejoró cuando me informaron de que no tenía que ducharme con ella puesta, sino colgarla en una percha. Me pareció demasiado trabajo comprar una percha. Empecé a ponerme dos camisas a la vez: la del interior se alisaba con el calor corporal y, al día siguiente, podía usarla en el exterior. Así fui pasando hasta que hace unos años un visionario descubrió que la arruga era bella. No entiendo cómo no tiene el Premio Nobel de la Paz, con todas las guerras cotidianas que ha evitado. ¡Santo tenían que hacerle!
Josetxu Rodríguez  @caducahoy

domingo, 26 de junio de 2016

Kepa quería ser artista



KEPA quería ser artista desde el principio de los tiempos. Como su padre. No tenía 1 año y ya se había construido una ocarina con el sonajero. Más tarde comenzó a modelar Pokémon con los picatostes de los purés que luego pintaba con témperas. A los 8 años danzaba, recitaba a Hamlet al revés y tocaba el didgeridoo australiano ante el asombro de los entendidos y la desesperación de su familia. 
Como era de esperar, se apuntó al bachiller artístico, pero le han dicho que no tiene plaza. Algunos de sus amigos sí la han conseguido: el que quiere trabajar en Telepizza porque le gustan las motos, el que huye de las matemáticas y uno que ha elegido a voleo. ¿Por qué? Tienen más puntos, ya que viven más cerca o son primogénitos o un familiar trabaja en el instituto o su nivel económico es inferior. 
Y eso que los padres de Kepa fueron previsores: no se casaron para que ella fuera madre soltera y diera a luz en el patio asegurando la calificación de cercanía. Pero el taxista les llevó a Cruces sin preguntar y abortó el plan. Más tarde pensaron en seducir a un profesor del centro para que adoptara al chico. Con eso casi llegaban, pero no era suficiente, necesitaban una minusvalía y se miraron los dedos que menos usaban... No ha servido de nada. Kepa está fuera y dispuesto a estudiar Ingeniería Química de explosivos de alto rendimiento. Espero que no lo consiga, porque la puede liar gorda. Para eso es un artista.
Josetxu Rodríguez  @caducahoy

Tirar antes de leer 87: No votes!!!

Ya lo hacen ellos por ti...

jueves, 23 de junio de 2016

Froilán etxera!

Froilán,policía


NO puedo recriminarle a Marichalar que enviara a la Policía en busca de su hijo Froilán, quien se había atrincherado en una discoteca. Es más, yo mismo he estado a punto de hacer lo mismo con los Berrozi para que rescataran a mi hija de manos de las hordas que invaden Iturribide los fines de semana. Lo que pasa es que no me daba el presupuesto. 
Los padres con hijos postadolescentes y preadultos nos comprendemos. Para ellos somos ectoplasmas que flotamos a su alrededor molestándoles, como Los otros. Si nos soportan es porque les ponemos la cena y planchamos sus vaqueros con agujeros sin estropear el deshilachado. Y, pese a todo, les echamos en falta cuando desaparecen por tiempo indeterminado. 
Es criticable el uso de medios públicos para fines particulares, pero no sé si Froilán entra en esa categoría. Si se pierde o le secuestran, saldría aún más caro llevarle a casa. Y también es posible que Marichalar tomara la decisión porque es peligroso o estuviera armado. Un padre histérico habría movilizado a la acorazada Brunete para que rodeara el local. Recuerden que el chico empezó dando patadas en la boda de su tío Felipe y para llevarle al internado de Sigüenza hace dos años hicieron falta 11 escoltas. En la cola del comedor les dijo a sus compañeros: “No lo entendéis. Yo no estoy encerrado con vosotros. Sois vosotros los que estáis encerrados conmigo”. Como decía la abuela de Agamenón: “Es igualico, igualico que el campechano de su agüelico”.
@caducahoy