lunes, 23 de enero de 2017

Nik espikininglis



LA mitad de los vascos, según dice el estudio realizado por la Cambridge University Press, confesamos que no llegamos a un nivel medio de conocimiento del inglés. Y creo que, de la otra mitad, la mitad miente. Pese a ello, no hay que ser pesimista. De hecho, todos somos capaces de leer con precisión cualquier idioma extranjero que se ciña a los caracteres latinos y no escriba con garabatos, como el árabe, glagolítico o tamil. Otra cosa es que al pronunciarlo no nos entienda nadie y no sepamos lo que decimos, pero cumplimos una de las tres condiciones para comunicarse con el imperio lingüístico del Brexit, que no es moco de pavo para ser autodidactas. 
Aún así, no llegamos al aprobado y tras el Informe PISA es un lujo que no podemos permitirnos. Y menos en Euskadi, donde la lengua y la lingüística es una de las industrias del país. Encauzado el euskera, las instituciones llevan años poniéndonos deberes y bautizan en la lengua de Shakespeare todo lo que se menea con más afán didáctico que el British Council. El pistoletazo de salida lo dio el Bilbao Exhibition Centre, que pese a su rimbombante nombre era una feria de muestras que ni estaba en Bilbao ni en el centro. Desde entonces ha llovido mucho, sobre todo, el martes, y ahora no hay chichiflí que no lleve un palabro en inglés. El último, el Txistorra Encounter Forum. Tres idiomas para una simple barbacoa. Ya les vale.

Josetxu Rodríguez
@caducahoy

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