ESTIMADO Pablo Iglesias. Soy un supervidente de su pograma de tertulias y quiero contarle el caso de mi vecina por si puede darle algo por caridad, ahora que usted preside el Parlamiento europeo y es tan justo y necesario. La chica se llama Genara, pero como es muy sencilla, prefiere que la llamen Jennipher. Su madre es una santa pese a que le duelen los ovarios con un dolor clínicamente desconocido. Cuando Jennipher cumplió diez años, su padre se marchó a Venezuela, concretamente a Uruguay, y casi fue mejor, porque la maltrataba de palabra, obra y omisión. Hasta el cicólogo le dijo que el hombre tenía el cerebro muy destruido y que por muy poco no era tonto.
Cuando la niña se hizo mayor asistió a clase de analfabetización de adultos para no tener que ponerse a trabajar en los muelles con un colchón. Ahora ya sabe escuchar en muchos idiomas, aunque no sabe hablarlos y se confunde con la orografía.
El caso es que enfrente de un confesionario de Renol conoció a un novio perpléjico al que habían tenido que imputarle la pierna izquierda y al que quedó unida como a un ombligo umbilical. Ella le quiere mucho, lo que no quita que se muera por Brat Pit. El actor es su ídolo y lo tiene hidrolizado hasta el punto de haber empapelado su cuarto con sus postres.
A ella le ayudaría mucho que le hiciera urodiputado. Es tan buena chica que se lo merece. Prostata: si no puede ser, también le gustaría un caballo, aunque fuera de segunda mano. Adiós”.
Josetxu Rodríguez
@caducahoy
Hola Josetxu...
ResponderEliminarTengo que decirte que estás muy....pero que muy roto...pero también te digo que me encanta tu locura...
Por favor...! No te arregles nunca !
Jijijiji
Gracias, Arantza. Sin más. ;o)
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