lunes, 10 de septiembre de 2012

El iPhone, el iPad y los iAmantes



A menudo, la ropa formaba un riachuelo multicolor que afloraba en el hall y fluía hasta perderse en el primer recodo del pasillo. Siguiendo su curso, se llegaba a la cama. En ocasiones, alguna pieza caía sobre la lamparita de noche atenuando la luz y matizando la piel de los amantes. Eso era al principio. Luego se casaron.
El aguacero de prendas amainó, casi sin que se dieran cuenta. Esporádicamente, la lencería retomaba el vuelo y cubría la tulipa como esas mariposas que huyen sin ton ni son y tan pronto regresan al lugar de donde salieron como que se posan sobre su perseguidor. Pero lo más común era que amaneciera junto a la lavadora, en el cesto de la ropa sucia.
Sobre la mesita de noche de ella comenzaron a acumularse best sellers, cremas hidratantes y alguna que otra pulsera. Sobre la de él, diarios deportivos, un transistor y manuales de autoayuda. Todavía conversaban antes de dormir, pero eso fue antes de que llegara el iPhone. Entonces el silencio envolvió la alcoba.
Al terapeuta de pareja él le dijo que cuando llegaba a la cama ella estaba dormida, por lo que aprovechaba para entrar en Facebook. "¿Cómo sabe que está dormida?", le preguntó el especialista. "Porque me lo dice: ¡Déjame en paz, que estoy dormida!". En su turno de palabra, ella confesó estar harta de acostarse con un zombi pendiente de su teléfono y amenazó con buscarse un amante con un iPad. Llegados a este punto, dijo, el tamaño importa.

Josetxu Rodríguez

2 comentarios:

  1. ¿Por qué no se "guasapean" y así mantienen viva la llama?

    El tamaño importa...y el peso, y la fidelidad y que sea táctil.... y que satisfaga todas tus necesidades....

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  2. selloldlaptop.net...

    El iPhone, el iPad y los iAmantes « A veces veo muermos…...

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