Parábola: Tres hombres se casaron el mismo día. El primer hombre se casó con una gallega . El día después de la boda le dijo que tenía que lavar los platos y que la casa tenía que estar superlimpia. Durante un par de días, al hombre le costó ver mejoras en la casa, pero para el tercer día todo estaba reluciente y los platos limpios y guardados.
El segundo hombre se casó con una mujer de Andalucía. El día después de la boda le dio órdenes de limpiar la casa a fondo, lavar los platos y cocinar bien. El primer día el hombre no vio ningún resultado, pero al día siguiente la mujer fue mejorando. Al tercer día, el hombre ya empezó a ver la casa superlimpia, los platos relucientes y colocados en su sitio y un gran banquete en la mesa como cena.
El tercer hombre se casó con una mujer vasca. El día después de la boda le ordenó que la casa estuviera siempre impecable, los platos limpios y colocados en su sitio, la ropa lavada, doblada y planchada, la mesa puesta y la comida lista esperándolo cada día cuando él llegara de trabajar. El primer día él no vio nada, el segundo día tampoco vio nada. Pero, al tercer día, la hinchazón del ojo ya se le fue bajando y pudo ver un poco más por el ojo izquierdo, y el brazo ya no le dolía tanto y pudo prepararse un bocata él solito, vaciar el lavavajillas y poner a secar la ropa antes de sacar la basura.
¿Quién te ha contado eso si no se lo he dicho a nadie?
ResponderEliminarEl matriarcalismo vasco que no matriarcado.......tiene las raices en el respeto por los derechos de las mujeres y de su idgualdad ante LA LEY no solo ayudar a sacar la basura! e igualdad de derechos en el gozo sexual!
ResponderEliminarA los que no me creen les dire que vayan a los archivos de un tal Abote que escribio sus impresiones sobre las tribus y pueblos que visito en su camino de Santiago desde el centro de la hoy Francia, pasando por un pais donde hablaban una lengua que no entendia nadie, y lo que mas le disgusto fue que los vascos tenian dos costumbres muy barvaras:
ResponderEliminar1. No habia diferenciacion entre los patrones y los trabajadores que trabajaban juntos y comian juntos en la misma mesa, en lugar de comer en mesa aparte como pasaba en otros lugares mas cultos y sofisticados!
2. Los hombres besaban sin ningun pudor la vulva de sus mujeres de lo que parecia que obtenian un gran placer, por lo que al parecer a ese abate el culi-linguis le daba mucha repugnancia, pero lo que mas le extranaba es del disfrute de los hombres de tal practica!
No hay registro, es decir una simple y mísera prueba, de matriarcado en momento alguno de la historia o prehistoria humana. Ojalá lo hubiese habido, pero lo cierto es que hasta la llegada de las sociedades modernas (simplemente llamadas así por oposición a las antiguas. No nos metamos en debate sobre connotaciones nominalistas) no ha habido igualdad formal (sí, sí, ya se que me vais a decir que sólo formal) entre hombres y mujeres. No he leído ni un sólo texto jurídico de más de 75 años que no sancione la existencia de la mujer como un ser tutelado (y esta es la clave) durante toda su vida. Por mucho que pudiese ser propietaria de bienes y tierras (las únicas fuentes de poder real antes de la aparición de las sociedades de la información) una mujer nunca podía disponer de su propiedad al margen de una firma masculina. Ya fuera marido, hijo, hermano, padre, tio... No sé, a lo mejor en Marte se encuentra algo, si llegamos.
ResponderEliminarCon respecto al término matriarcalismo, sólo diré que es una cuestión sicoanalítica-junguiana con raíz en el concepto "inconsciente colectivo". No soy un experto en el tema, pero dichas teorías están muy alejadas de las practicas actuales de la psicología, la psicriatía y ya no digamos de la antropología que hoy se practica. Si alguien quiere estar sólo en estos ámbitos académicos, defendiendo "cosas" así, irá por buen camino.