martes, 28 de marzo de 2017

¿Telemisa o Teletienda?




ME estoy aficionando a la misa televisada, ya ven ustedes. Y no tengo ninguna necesidad, porque ya asistí en los Escolapios a todas las que me correspondían de por vida. No dejes para mañana lo que te obligan a hacer hoy era mi lema. Así que acumulé suficientes como para permitirme ser ateo hasta los 110 años. Pero, dada la campaña contra este programa matinal, me he visto unos cuantos y me parece mucho más digno que la Teletienda y sus productos milagro o los teleadivinos que ven el futuro en una vela con forma de pera comprada en los chinos. 
Ahora que la tercera edad está llegando a la cuarta y no está para muchos trotes, mejor que se queden en casa los domingos, que se lo han ganado. Sobre todo, porque las iglesias no hay quien las caliente y una neumonía es muy mala. Además, no hay curas ni monaguillos. Como mucho, algún turista despistado. 
La telemisa es una buena alternativa. Solo falta que la emitan en 3D y que pueda enviarse la limosna a través de beIN Sports. Es verdad que no se puede comulgar, pero creo que Amazon está en condiciones de ponerte un párroco en casa en menos de dos horas. Y si no es posible, un dron en forma de paloma para darte la absolución. Los críticos dicen que la cadena pública debe ofrecer contenidos culturales que favorezcan la diversidad, la pluralidad y el libre albedrío. Estoy totalmente de acuerdo: ¡Que quiten los telediarios!
Josetxu Rodríguez 
@caducahoy

jueves, 23 de marzo de 2017

¿Verdadero o falso?


ES sorprendente, pero a los lectores de noticias en Internet les gustan más las falsas que las reales. Y tiene su explicación. Enfréntese usted a la crónica de la tramitación de la ley de estiba y desestiba en el Congreso y en veinte segundos habrá sufrido una crisis de bostezos compulsivos. Eso no sucede cuando descubre titulares que afirman que Rivera quiere recuperar la mili o que el arzobispo de Toledo recuerda que “zurdos y pelirrojos son criaturas de Satán”. Para que se hagan una idea, en el Estado, solo tres noticias de los cinco medios informativos con más tráfico en Internet alcanzaron las 100.000 interacciones el último mes. La del arzobispo superó de largo las 500.000 y se la había inventado un jovenzuelo en su blog. 
La mayoría de los bulos viajan por las redes sociales a la velocidad de la luz y todos acaban en una página llena de publicidad que hace el negocio. Caen en ellas personas de todo tipo y condición y muchas de las veces interiorizan el engaño. Pujol puede acabar con la democracia si habla, la vacuna triple vírica provoca autismo, El Corte Inglés vende uniformes al Estado Islámico. Todo vale para cazar su clic. El problema es cuando la gente deja de vacunar al niño, cambia su intención de voto o alimenta su xenofobia con información ficticia. Llegado a este punto, quizá merezca la pena invertir 1,40 euros y asegurarse de que nuestras decisiones vitales se basan en hechos y datos ciertos. ¿No creen?
Josetxu Rodríguez @caducahoy

martes, 14 de marzo de 2017

La tele es de la CIA



HACE tiempo que sospechaba que el tío del telediario nos vigilaba. Es más, llegué a pensar que era un muñeco que carecía de piernas y que se nos metía en casa para seguir nuestro deambular por la estancia con esa inquietante mirada de gioconda que te observa allá donde vas. Él simulaba que leía las noticias, pero los abuelos, veteranos de guerra y de posguerra, le tenían mucho respeto porque consideraban que estaba allí para pasar revista, como un coronel chusquero. Por eso le daban las buenas noches como si fuera un realquilado con el que era mejor llevarse bien. Eso me impresionaba. Una vez soñé que en realidad era Franco disfrazado de civil y que la presentadora del tiempo era “la collares” que, como la vieja del visillo, escudriñaba entre las 625 líneas del Telefunken para ver si teníamos el cuadro de la última cena colgado en el comedor. 
Ahora, la pesadilla es real y el televisor ha sido ocupado por un señor de la CIA que nos analiza por si algún día tienen que separar el grano de la paja con un dron teledirigido. El miércoles pasado le oí estornudar y se me escapó un “¡jesús!” que fue respondido con un “thank you”. Desde ese día le he instalado al plasma unas gruesas cortinas correderas. ¿Será la CIA capaz de espiar a través de la cretona? Si es así, colocaré la tele con la pantalla cara a la pared. Mi tío lo hizo hace diez años y jura que nunca se ha sentido tan libre y seguro. Como lo oyen.
Josetxu Rodríguez
@caducahoy

viernes, 3 de marzo de 2017

La vida según el pequeño Donald T.




DONALD, te dije que pusieras el lavavajillas. 
-Y lo he puesto, mom. 
-No, no lo has hecho. Es evidente. Si no, ¿por qué los platos siguen apilados en el fregadero? 
-Pues, porque estaban sucios y el lavavajillas limpio y no he querido mancharlo. 
-Entonces, ¿por qué mientes? 
-No he mentido, mom. Tengo intención de hacerlo. Algún día. En el futuro. Podría decirse que es una posverdad, lo que pasa es que todavía no se ha cumplido. Hay que darle más tiempo. 
-En resumen, que al final tendrá que ocuparse tu hermana.
-Eso es lo de menos. De hecho, esta mañana me he fotografiado delante de los platos sucios y lo he tuiteado para que todo el mundo sepa que me iba a encargar de esa dura tarea, que hay que arrimar el hombro en casa y que el trabajo dignifica al hombre y hace santo un hogar y grande a una nación. Más tarde he enviado la foto del lavavajillas vacío para demostrar que el trabajo estaba terminado. Ha sido retuiteada miles de veces y me ha felicitado muchísima gente. 
-¡Pero si no has hecho nada! Los platos siguen en la pila amontonados. 
-Eso carece de importancia, mom. Son hechos alternativos. Están lavados y no están lavados. Ambas realidades se irán ajustando en el futuro, ya lo verás. Yo ya he hecho mi parte, la más difícil, tomar la decisión y difundirla. Ejecutar la tarea no tiene mérito. Es una labor mecánica. Hasta un inmigrante sin papeles puede realizarla mientras preparan su expulsión. ¿Ok, mom?

Josetxu Rodríguez
@caducahoy